Rumbo al XII Encuentro
Por Katerina Anfossi/Radio Internacional Feminista/RIF-FIRE
17 de noviembre 2011: A pocos días de comenzar el XII Encuentro Feminista en Bogotá, nos seguimos preguntando, qué llevó a la comisión organizadora a escoger como sede del mismo, un hotel, que administrado por la cadena internacional Crowne Plaza, es propiedad del Ministerio de Defensa colombiano. Cuando la comisión tomó ésta decisión hubo oposición de varias integrantes, llegando incluso a separarse de la comisión y del propio evento. Otras se incorporaron en la organización de otro evento llamado ELCAP Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Acción y Prácticas Feministas, el cual se realizará entre el 18 y 21 de noviembre.
Cuáles son las razones para no considerar una preocupación vital para un movimiento que ha dedicado años en luchar contra el militarismo patriarcal y su vínculo con la violencia hacia las mujeres, que se ha esforzado por denunciar la violencia de los militares y armados contra los cuerpos de las mujeres, que ha expuesto ante el mundo que los cuerpos de las mujeres son utilizados como botín de guerra, como estrategia militar contra el enemigo y como forma de avergonzar la dignidad de las mujeres. En Colombia se contabilizaron entre el 2001 y el 2009 en 407 municipios, un millón de mujeres que fueron víctimas de violencia sexual en el conflicto armado, es decir, un promedio de 54,410 mujeres cada año, 149 cada día y 6 cada hora, según lo señalaba la organización “Casa de la Mujer” en Bogotá.
Si la comisión organizadora tuvo oposición, críticas, cuestionamientos o inconformidad del propio equipo, por qué no cambió su decisión, más aún, cuando circuló por la región una carta de solicitud de cambio de la sede, firmada por muchas feministas.
La respuesta del comité organizador fue que era el único lugar con las condiciones que requiere el encuentro, lo cual es posible, entonces tendríamos que preguntarnos desde cuándo el movimiento feminista requiere de tantas condiciones para reunirse. Resulta imposible pensar que la coordinación del encuentro no supo, desestimó o ignoró las repercusiones de su decisión, aún así, y conciente de las mismas las asume.
Entonces, cabe preguntarse si mantener la sede ha significado para el feminismo un costo excesivo, o un precio muy alto que tarde o temprano nos tocará pagar. Es posible que de haber ubicado el encuentro en otro lugar, allanaría el camino para desatar nudos, reanudar los debates inconclusos y las acciones pendientes, evitando nuevas rupturas, o simplemente cuidando colectivamente nuestras interacciones.
Sabemos que complacer al movimiento feminista es asunto difícil, en especial cuando de encuentros feministas se trata, sea porque había cupo de participación, o porque no estaban todas las expresiones del feminismo, o las múltiples diversidades, o la cuota es alta, o la metodología insuficiente, o las habitaciones pequeñas … o grandes, etc.
Desnudar, desatar y reanudar es el propósito que nos lleva al XII Encuentro Feminista. Han sido 30 años de Encuentros, de abrazar ideas, compartir sueños y creer que son posibles. Hemos vuelto a Colombia, la cuna de los encuentros, el lugar original y estamos ansiosas de recorrer el camino, revisar los nudos y avances, reanudar los diálogos, revisar discrepancias, crecer y volver creer, sin embargo, ¿el fin justifica los medios?, esta será la pregunta inmediata que como feministas tendremos que hacernos.
thttp://www.radiofeminista.net
thttp://www.radiofeminista.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario